SHAKESPEARE, WILLIAM
La tragedia de Hamlet es, sin duda, una de las obras más célebres de William Shakespeare. Su vigencia atraviesa los siglos, del Ser o no ser
a las reinterpretaciones contemporáneas que han revitalizado a sus personajes. Entre ellos destaca Ofelia, figura aparentemente secundaria que ha adquirido un nuevo protagonismo; su imagen fue consagrada por la pintura decimonónica y, más recientemente, resignificada en la cultura popular a través de canciones de Taylor Swift.
El complejo carácter de Hamlet condensa las tensiones más profundas del ser humano. En él convergen la duda, la melancolía y el deseo de justicia, pero también la desesperación y la fragilidad. Su conflicto interior frente a la venganza, la traición y la violencia lo convierte en un símbolo universal. Su incesante querella moral y la intensidad de sus pasiones lo vuelven un personaje arquetípico, donde el monólogo íntimo y el paroxismo de sus diálogos, tan enigmáticos como profundos, revelan un alma en lucha consigo misma, espejo de la condición humana.