Amelia es muy activa y a veces le cuesta controlar sus impulsos. Un día salta tanto que asusta a Rosita, quien le pide que pare. ¿Podrá Amelia aprender a parar y a respetar los límites del otro?
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceros, para mejorar su experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Más información