CALIOPE, LAS LOBAS DEL OTOÑO

«Soy algo así como la única agente buena de Nunca Jamás. El mío es un negocio difícil. La ciudad esta´ llena de ciudadanos diversos, migrantes desplazados de sus lugares de origen. Es que el mundo da vueltas y en cada una de ellas se cae una persona. Yo debo recogerlas, aliviarlas y darles justicia.»

Cali ya es oficialmente una agente de Nunca Jamás: aquella estricta institución de humanos y subterráneos que busca resguardar la paz entre homo sapiens y hadas. Sin embargo, el trabajo no es fácil. En primer lugar, sigue existiendo el racismo en contra de las mediasangre como ella, pues parece ser que, sin importar qué tan talentosa y famosa seas, al final del día a la gente le interesa más tu pedigrí. Por otro lado, los casos están cada vez más difíciles y la agencia no siempre está de acuerdo con los entretenidos métodos de investigación de Cali. Además, se ha dado cuenta de que su relación con su compañero de trabajo es
menos que ideal: Peter le ha estado ocultando cosas y ¡encima se le ocurrió la brillante idea de tener novia!

Por si fuera poco, la ciudad se ha visto enfrentada a una extraña plaga: lobas. Se trata de mujeres humanas que se convierten en cánidos con un solo objetivo: obtener venganza. ¿Pero es tan mala la venganza? ¿No hay ocasiones en que se justifica? Le guste o no, Cali deberá descubrir la razón de la rabia de las lobas a tiempo de poder ayudarlas… antes de que ella y Peter también sean destruidos por la ira.


J. L. Flores (también conocido como José Luis Flores) nació en Santiago un frío día de junio de 1975 bajo una lluvia de sapos y culebras. Es una de las cabezotas detrás del juego Mitos y Leyendas. Ha publicado libros para chicos, medianos y grandes en diversas editoriales chilenas (RIL, SM, Biblioteca de la chilenia, Loba Ediciones, Random House, Emergencia Narrativa, entre otras). Actualmente se desempeña como escritor, profesor y director creativo especialista en el desarrollo de plataformas digitales educativas, aunque se sospecha que esto es una fachada para su verdadero negocio: el tráfico de goblins.