AA.VV
«El fútbol pertenece a la clase obrera», dijo mi querido y sabio viejo el día en que Chile se coronó nuevamente campeón de la Copa América
, y es que somos los pobres, somos los cumas, para quienes los triunfos de la selección, los del Colo, nos hacen el desayuno de la semana, los que compran el balón de gas, los que imaginariamente pagan la cuenta del agua. Son estos triunfos infinitamente más importantes para los humildes y rabiosos de este bello mundo, porque nos dan una semana más de vida, y esto es demasiado difícil de entender para quien no ha tenido al fútbol como el último mendrugo de pan, como cordón umbilical entre la felicidad y el abismo.
No lo entendería alguien que no se estremezca con el simple hecho de seguir vivo.
Nicolás Acero.